Dentro de Distrito Sudoeste existe un lugar llamado Monte Caballero donde según nos contaron los chicos y algunos mayores presentes durante la jornada de cuentos hay una casa que tiene un dragón realizado en piedra. Tomando estos elementos y algunas cosas oidas de los relatos populares de la zona reconstruyeron esta historia.
La Leyenda del Monte Caballero
H abía una vez, en un monte llamado Caballero, un cementerio oculto custodiado por un dragón congelado.
Las personas tenían intriga y comentaban y tenían curiosidad por ir a ver al dragón congelado.
Una siesta, unos chicos andaban cazando palomitas. Al llegar al lugar, haciendo mucho ruido, se cayeron en un túnel hondo y profundo…fino…temible…y oscuro.
No veían nada pero sentían ruidos extraños. Iban agarrados de las manos, asustados, miedosos porque el lugar era temible.
Se dieron cuenta de que tenían una antorcha y fósforos.
Encontraron unos murciélagos en un nido y con la antorcha los espantaron.
Entonces encontraron la varita de la bruja y la olla.
Siguieron avanzando y llegaron adonde estaba el dragón congelado. Lo descongelaron con la antorcha y entonces encontraron el cementerio.
El dragón los atacaba con llamaradas de fuego. Uno de los chicos se animó a enfrentarlo con la varita y la olla. Fue a combatirlo.
Hizo un hechizo y lo convirtió en un conejo.
Y así descubrieron el cementerio oculto que era un cementerio de animales.
De pronto se empezó a derrumbar. Rápidamente volaron hacia la salida a contar lo sucedido.
Desde entonces quedó una historia…y por temor a que volviera a suceder nunca más se acercó nadie al lugar.
Fin.
Relato inventado por:
Manuel, Abel, Susana, Ricardo, Leandro, Gonzalo, Vanina, Soledad, Alejo, Miguel, Mauricio, Jesús, Franco, Fernando, Adriana, Yeni.
Sábado 15 de septiembre de 2007-
La Leyenda del Monte Caballero
H abía una vez, en un monte llamado Caballero, un cementerio oculto custodiado por un dragón congelado.
Las personas tenían intriga y comentaban y tenían curiosidad por ir a ver al dragón congelado.
Una siesta, unos chicos andaban cazando palomitas. Al llegar al lugar, haciendo mucho ruido, se cayeron en un túnel hondo y profundo…fino…temible…y oscuro.
No veían nada pero sentían ruidos extraños. Iban agarrados de las manos, asustados, miedosos porque el lugar era temible.
Se dieron cuenta de que tenían una antorcha y fósforos.
Encontraron unos murciélagos en un nido y con la antorcha los espantaron.
Entonces encontraron la varita de la bruja y la olla.
Siguieron avanzando y llegaron adonde estaba el dragón congelado. Lo descongelaron con la antorcha y entonces encontraron el cementerio.
El dragón los atacaba con llamaradas de fuego. Uno de los chicos se animó a enfrentarlo con la varita y la olla. Fue a combatirlo.
Hizo un hechizo y lo convirtió en un conejo.
Y así descubrieron el cementerio oculto que era un cementerio de animales.
De pronto se empezó a derrumbar. Rápidamente volaron hacia la salida a contar lo sucedido.
Desde entonces quedó una historia…y por temor a que volviera a suceder nunca más se acercó nadie al lugar.
Fin.
Relato inventado por:
Manuel, Abel, Susana, Ricardo, Leandro, Gonzalo, Vanina, Soledad, Alejo, Miguel, Mauricio, Jesús, Franco, Fernando, Adriana, Yeni.
Sábado 15 de septiembre de 2007-
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