jueves, 18 de enero de 2007

Casa de la Cultura Alvear

Este cuento fue armado entre todos los niños presentes. Y no solo los niños se animaron también algunos padres decidieron participar de esta fiesta de palabras. (versión trascripta del registro de grabación a la cuál se le ha puesto la puntuación tratando de respetar lo registrado)

Había una vez un pajarito de color blanco y marroncito y arriba tenía plumas de color azul y amarillo porque era de Rosario Central. También había un gata de color negro con un moño de color rojo que era de Nuls.
El domingo pasado el pajarito estaba en el árbol moviendo sus plumitas y la gata que había salido a pasear vio al pajarito que estaba cantando contento.
Cuando el pajarito vio que la gata se acercaba se quedó muy quieto, pero sus plumitas azul y amarillas seguían moviéndose.
Entonces la gata comenzó a subir por el árbol y cuando estaba a punto de alcanzar al pajarito éste al verla se asustó tanto que cayó desmayado. Al caer el pajarito, la gata se sorprendió tanto que perdió el equilibrio y también se cayó del árbol. La pobre gata se quebró la pata.
En ese momento apareció...era un señor con bigotes, barba y largos pelos en las axilas. Este extraño hombre alzó a la gata, la llevó al doctor para que la curara y luego reanimó al pajarito.
Dicen que a éste señor nadie lo había visto nunca por la zona y que después de haber curado a los dos animalitos se fue caminando despacio, trepó por las viejas chimeneas del barrio, desapareció dentro de ellas y nunca más se lo volvió a ver.
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